jueves, junio 29, 2006

Alma Intensa

Ante poemas cortos no queda de otra... Hay que utilizar la imaginación y hallar una interpretación satisfactoria de lo que se pinta... Ya en este punto no doy pistas de lo que yo veo, ni trato de definir un tema sobre el cual se forma el poema, sino que dejo todo al libre albedrío, y me gustaría que compartieran su punto de vista en el blog... ¡Espero que les guste!

Alma Intensa

Al nacer, su espíritu se expande a través de lo débil
Dejando sus huellas fugaces entre las columnas de la
Agorafobia.
Al nacer se queda limitado, pensante, amarrado a
Un instante sin cadena alguna, complaciendo los
Sueños de los falsos, derritiendo la impureza de
Los candidos.
Su cuerpo intangible es imponente y enceguece a
Todo el que lo mira fijamente.
Cuando toca se desprende y delirios de dolor se sienten,
El inconsciente se estremece y cuando finalmente
Cobija, muere, dejando un recuerdo inmortal que
Desaparece con el soplo de la montaña, un recuerdo
Común con el del templo impuro mezclado con
La pureza del alma intensa.

Simón Pedro

domingo, junio 25, 2006

Juez Sin Rostro

Y bien, ¿Quién es el que determina el gran final? Ese juez sin sexo, que al principio me parecía algo aberrante, y de ahi este escrito... Aunque ahora, tanto pensar en ello ha hecho de la imagen algo más agradable, lo que pueden comprobar leyendo algunos de mis cuentos y/o poemas. Espero que este les guste...

Juez sin rostro

La nada alberga mis ojos, mi nariz y mis labios.
Mi cráneo está sumido en la sombra y mis huesos irradian un frío infinito e Inaguantable.
Solo el cielo negro de la noche me cobija y los rayos
De la luna se reflejan en mi hoja.
¿Quién diría que persigo las velas prendidas y de
Un soplón acabo con el débil fuego ardiente?
Bienvenido al purgatorio.
Cuando te toco no te quemo el cuerpo, te quemo el alma.
Cuando te miro no son tus ojos los que penetro, penetro tu mente.
Y si te guío es porque ya el polvo ha cesado su movimiento
Y el humo del cirio se extiende más y más
Hacia las estrellas.

Simón Pedro

lunes, junio 05, 2006

¿Te robé?

Bueno, el dolor se va acumulando en todo mi ser y de vez en cuando se derrama en unas buenas lineas, aunque creo que todavía no se aparta de mí, como dice Joaquín Sabina "por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo, más de un beso me dieron y más de un bofetón... Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna, lo que sé del pecado lo tuve que buscar"... Algo así, en este momento no organizo muy bien las pocas ideas que tengo, no logro reunir a mis cinco neuronas a tomar cerveza juntas, al menos para que no me despierten a las 8 de la mañana todos los días para hablarme de ella.

Desde este estado pesimista de mi alma va este poema, malo; pero no tengo muchas cosas para publicar.



Vienes y te encuentro como mi reloj,
en la hora exacta, en el día preciso
cada noche me lo arranco del brazo
para olvidar despertar.

Entonces te marchas tan rápido como él,
a veces te veo en las noches, solitaria,
sin más rumbo que el que trazamos
o por otros que nunca he recorrido

Cada vez es más difícil no atarme a tí,
cuando por la mañana me despiertas ausente,
cuando levanto el teléfono para llamar a ninguna parte
cuando el dolor se me acerca y me abraza,
cuando me pide que no lo deje, él también está solo.

Hagamos un trato, uno de verdad
tómame, bébeme, fúmame, sueñame,
date cuenta que sigues estando aquí,
nunca te deje escapar, tal vez no lo haga

Me quedé con tus recuerdos,
con tus promesas, con tus cartas,
con tu mirada en cada esquina del país,
con tu aliento en mi almohada.

No te pude dar más, me agoté, es cierto
te entregué todo lo mío, lo que dudé,
lo que sentí y también te robé.
tus miedos, tus vacíos, tu llanto
que no pienso devolver.

Al final te robé todas tus alegrías
todo por asegurarme que un día, tal vez,
vuelvas y me las reclames


Daniel.