lunes, julio 25, 2005

Esta Mujer

Edel Juárez es un músico y poeta mexicano, de a poco pondremos más de él. Ayer tuve una bonita coincidencia, después de unos largos meses de leerlo y oirlo lo conocí, sin buscarlo y no tanto... El conocerlo me anima a seguir con mi camino, hacer mi revancha, seguir mis ideas... Gracias Edel... A continuación un escrito de él.


Esta mujer tiene un gusto variado, tres días seguidos le gustan las películas clásicas, y al cuarto le gusta el queso de cabra. Pasa horas enteras frente a los zapatos y decide de último momento llegar a nado hasta la cocina. Cambia de ropa, y una vez con el traje de baño puesto, se tira al sol lamentándose por no tener a la mano un destornillador para mover un poco esa nube que no se decide a ocultar ese resplandor tan molesto.
A veces, cuando la sonrisa le inunda la cara, se puede apreciar que en realidad nos está tomando el pelo, y que sabe a ciencia cierta que todo su andar de jirafa cansada no es más que un disfraz para ocultar que a la vez es un pozo de agua y una niña traviesa.
Prepara con cuidado la ropa y la comida, y con un desparpajo mundano nos anuncia que ese día odia la cebolla cruda y que las canciones rancheras que buscó por meses y finalmente compró en rebaja, en realidad no le gustaban. Esta mujer me regala un shampoo que no le convenció y un beso en la mejilla, desprendiéndose de corazón de ambas cosas. Está segura de que quedarán en buenas manos.
No soporta su segundo nombre, no usa su segundo apellido. Corre detrás de Agustina (la mascota de la familia) mientras le habla y le grita como a una niña. Nadie sabe si realmente entiende la tal Agustina, pero sabemos que agradece el trato porque, en época de frío, sube al sillón y le cubre las rodillas.
Esta mujer centra su atención en el día a día. Enseñaba a leer y a escribir en una escuela. Hace tiempo que sus semillas dieron frutos y el pensar que existen esos frutos, ciertas tardes, le produce alegría. A mí me dio la vida, varias cajas de gises de colores, juguetes, coartadas, monedas por debajo de la mesa, permisos que no me merecía. Mis primeras rimas nacieron bajo su influencia. Mis primeros pasos fueron, y serán siempre, hacia ella.
Esta mujer tiene un gusto variado, tres días seguidos por cualquier cosa me quiere matar, pero al cuarto se le olvida.

www.edeljuarez.com